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domingo, 27 de marzo de 2011


Ver a sus compañeros de colegio siempre es abrumador. Sobre todo si a eso se le añade padres. Y se le añade toda una situación formal. Uno debe comportarse de una manera. Hay que demostrar que uno esta bien educado. Desafortunada mente no es mi caso. Y ademas el colegio me dejo traumada. Ayer estaba en el grado de mi mejor amiga del colegio. Y estaban muchos compañeros de clase. A la mayoría los quiero, otros pues me asustan, a decir verdad. Me ponen nerviosa. Me hacen pensar en todos mis defectos y en por que la mayor parte del tiempo me siento como si quisiera evaporarme para dejar de sentir esa inconformidad con mi propia piel.


viernes, 25 de marzo de 2011



Hoy trabaje todo el dia en el jardin infantil donde hago mi supuesta pasantía. Digo supuesta por que no me pagan y no tiene nada que ver con mi universidad. Lo hago por aprender y tener algo de experiencia antes de empezar a trabajar. En general es un trabajo duro, sobre todo sin paga, pero hay días gratificantes. Hoy fue un día gratificante. No por el trabajo con los niños (aún no he logrado llegar a ese punto donde realmente me empapo del trabajo con ellos por mi horario) me dedico más a un pseudo trabajo de oficina. Por que es en el taller de arte. Y últimamente lo que hemos estado haciendo es "transformar" materiales. Aún estamos muy tímidos, yo realmente quiero coger esos materiales y volverlos en cosas irreconocibles, aunque me detiene pensar si llego a un punto de inutilidad. Por que lo que estamos haciendo es con materiales reciclables. Estoy feliz por que desde hacía mucho tiempo debimos haber hecho esto, pero realmente no lo hicimos por que la época de septiembre, octubre, noviembre y diciembre, consumen demasiado tiempo con solo halloween y navidad. Pero bueno, ya por fin como buenos atellieristas nos podemos dedicar a la fabricación de materiales, que también va en nuestra job description, y creo que es lo que más me gusta, por que es cuando más me desempeño como artista. Porque enseñar es otra cosa, y con los niños, como he dicho antes, sin una buena experiencia, sin una buena preparación, realmente no se hace mucho si no se es constante con ellos. Yo me dedico ahora al mundo de los objetos, y es al mundo de los objetos de ese taller. Y hoy fue increíble. Hoy me puse a derretir cosas. Me acorde del hermano de Phoebe en Friends. Pero realmente hoy fue una experiencia muy especial. Por que como dije antes, fue un momento donde yo pude proceder como lo hago usualmente en mi oficio, sin deberle nada a nadie, simplemente en mi exploración. Aún no llego a ningún lugar, pero el recorrido esta agradable. Todo empezó con la necesidad de frascos para guardar materiales, y el atosigo de botellas de cocacola en el salón. Así que me pidieron que cortara las botellas por la mitad y las hiciera frascos. Tenemos un nuevo secador de esos que se encuentran en los buenos talleres de carpintería, y me puse a derretir las botellas, para darles un toque surrealista. De nuevo no pude derretiras tanto como yo quería porque al derretirse el plástico se encoge y de esa manera los materiales no caben. Así que penosamente tuve que controlarme. Hacia los frascos pero después quedaba en puntos suspensivos con los demás materiales. Con las tapitas era fácil, pero lo demás ni idea. Hoy me dije a mi misma, nada, tengo que sacarle jugo a esta vaina, y me puse en esas. Era solo derretir y cortar, y me quemé hijuemil veces y me dolía la mano porque no hay nada fácil en cortar botellas. Y se me ocurrieron par cosillas. Primero un tipo de sellitos para cuando los niños trabajen con pintura o con arcilla, que los hice con las bocas de las botellas. Son mis favoritos, los más estéticos. Si para eso no sirven, entonces haré una instalación con los niños y mis bocas de botellas. Lo otro fue unos caracoles con el cuello de la botella, quedaron lindisimos. No tanto como los sellitos porque los sellitos tienen ese circulito de la tapa, y eso les da mas colorsitos, pero igual son bonitos. Y por ultimo me fui a comer cuatro pedazos de pizza con más coca-cola, más botellas que cortar y derretir, más materiales para el salón de arte...... Y entonces me tome mi ultimo sorbo de coca cola, y me dieron ganas de derretir ese vaso blanco plástico y vacío. Había como ocho. Los cogí todos los lave y los derretí. Parecían medusas. Todo me remitía al mar. Solo por su aspecto. Pero fue muy bonito. Sería muy interesante hacer una instalación con todos esos materiales. Cambio y fuera.

jueves, 24 de marzo de 2011


Hoy no fui a clase. No fui. No quise. Quería dormir. Me tomo unas pastillas que son como lo opuesto al xanax, y sirven para que no me vuelva una loca, pero me duermen un resto. Y hoy me niego a tomármelas porque mañana trabajo con niños y será un día pesado y no quiero estar zombie. Ya pase una semana faltando a mi clase de grabado y ya esta es la tercera vez que falto y yo dizque dándomelas de querer ser grabadora y mi forma de demostrarlo es con inasistencia. Que irresponsabilidad. Espero ser de ese tipo de rockstars que se burlan de todo, que llegan de últimos y entran de primero. Pero no lo soy. Así que no puedo faltar más. No tengo opción. Tendré que salir a caminar en la mañana una hora antes de ir a estudiar para dormir bien. Pero sé que no lo haré. Bueno. Me levante tarde y no fui a clase, no solo por levantarme tarde sino por que no tenia la plata que debía llevar para pagar los materiales que supuesta mente compramos entre cinco y me daba pena con ellos. Y me quede viendo televisión, no hice nada. Y después llegue a mi otra clase. Un ladrillo. Escultura pública, una clase con una extranjera con el peor inglés que he escuchado en mi vida y una voz solo un poco mas fuerte que la de un conejo, y yo bien sorda, ella me habla y no puedo evitar elevarme, ni siquiera me acuerdo de qué estaba pensando, solo sé que no le estaba prestando atención. Y obviamente no me esta yendo bien, porque ademas, soy pésima para la escultura. Le trabajo, me entrego, todo, pero en realidad mi cerebro esta programado para manejar nada más dos dimensiones. Respeto el trabajo de los instaladores y los escultores y todo lo demás, pero no es ni siquiera por que no me guste, es por que no puedo con los conceptos. Eso me pone a pensar que ni para arte sirvo, para qué sirvo entonces? Será que realmente nada me gusta? Solo dormir y tirar con mi novio, comer sushi y palomitas con extra mantequilla tomar mucha coca cola y ver family guy? Pues eso considero una mujer completa. Ojala existiera una dimensión donde me pagaran por hacer todo eso. Bueno, esas reflexiones profundas mejor las evado. Sobretodo al estar a menos de dos meses de graduarme como maestra en artes, después de haberle hecho pagar a mi papa 10 millones de pesos por semestre en mi carrera. No hay nada que hacer, me TOCA ser artista. Y de hecho sí me gusta, solo que pienso que no tengo madera para ser tan buena como quisiera, y si la tenía, desperdicie un resto de oportunidades que tuve y ya es demasiado tarde. Luego de toda esa clase tan adorada de escultura que siempre me levanta estas preguntas tan felices, me fui emocionada y muy juiciosa a un club de dibujo de una artista que amo y odio. No me pregunten por que esos dos sentimientos. Entré. Había tanta gente que me azaré. Supuesta mente era una exposición y un club de dibujo y no miré ni un solo dibujo de esa mujer, ni siquiera me fije en los gigantescos murales que ocupaban la sala compuesta de dos paredes y dos ventanales. La cantidad de gente me bloqueo, me asustó y no supe que hacer, simule mirar por unos segundos los dibujos pero a quien engaño, mire pero no vi ninguno, me senté donde pude porque todo estaba lleno, y me puse a dibujar cargada de sueño y sin poder concentrarme. Lo único que logré fue terminar de rellenar un fondo que había empezado en clase mientras moría del aburrimiento. Creo que dure una hora ahí adentro, pero a los quince minutos de haberme sentado ya me quería ir. Me azaraba la gente. Al llegar a casa miré otros de sus clubes de dibujo, son una excelente iniciativa, me encanta la idea, pero ir me fastidia, la gente, no sé por que el bullicio me azara, como que pienso que todo el mundo me mira, por qué mirarían, pero así me siento. Me fue imposible disfrutarlo. Que embarrada. Creo que habría hecho buenos dibujos. Era un buen espacio para hacerlos.
Después de mi fracaso en el club de dibujo fui a carulla para alimentar mi pasión en la vida, la coca-cola y sus secuaces, cambian por semana, hay veces son papitas de limón, otras han sido choclitos, cuando tengo plata son pringles. Últimamente como crispetas de microondas con extra-mantequilla, y wafer jet de vainilla y fruna de fresa, porque no puede ser solo las papas, tengo que comer un chocolate y un dulce dulce como un bombom bun o unos nerds, en este momento estoy pasando una faceta de frunas porque un día en el jardín infantil en el que trabajo me comí una fruna de fresa y quede adicta, y bueno así funciono con el mecato por eso la plata no me alcanza y por eso he bajado solo 6 kilos y no los diez que realmente quiero tener de menos. Y vi Friends. Con razón a nada le veo importancia, solo a las cosas que no la tienen. Hoy tenía que sustentar por que había escogido una escultura para presentar en clase, y pensé lo que siempre pienso a la hora de sustentar, justificar y concluir: A quien le importa? A mi no.

miércoles, 17 de noviembre de 2010